09 junio 2011

En la Cátedra Unesco de la UAB

A caballo entre el último día de mayo y el primer día de junio di dos conferencias en la Universidad Autónoma de Barcelona, en Bellaterra, invitado por la Cátedra Unesco de Comunicación de esa universidad. La primera conferencia fue sobre Sostenibilidad de los medios comunitarios, y la segunda, al día siguiente, sobre Pluralidad cultural y comunicación participativa, ambas en la Sala de Grados de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.

Lo primero que debo decir es que me sentí honrado de participar en las actividades de la Cátedra Unesco que dirige María Dolores Montero Sánchez y que coordina Núria Reguera. Esta cátedra fue la primera creada en todo el mundo en el ámbito de la comunicación, con el aval de Unesco. Ha desarrollado sus actividades desde el año 1989, adscrita al Instituto de la Comunicación (InCom-UAB ) y estuvo en las manos experimentadas de Manuel Parés i Maicas y de Miquel de Moragas, por lo que su prestigio anterior, como actual, está plenamente justificado.
La cátedra forma parte la red internacional de cátedras Unesco de comunicación, Orbicom, cuyos objetivos son fomentar el intercambio de experiencias, impulsar una red mundial de instituciones asociadas y promover las relaciones con los organismos profesionales de la comunicación y con instituciones que puedan financiar actividades de investigación. Esto incluye una gran oferta de seminarios y conferencias sobre temas clave de la investigación en comunicación de la Unesco:  comunicación y diversidad Cultural, sociedad de la información, comunicación y desarrollo, acceso a la información y participación democrática… lo cual implica una gama muy amplia de temas.
María Dolores Montero y John Downing
Fue grato conversar con profesores y estudiantes interesados en los temas que me tocó exponer, y sumar mi contribución a la Cátedra Unesco como lo hicieran anteriormente colegas tan valiosos como Jesús Martín Barbero (casualmente, unos años atrás, yo estaba de visita en la UAB cuando Jesús ofreció una conferencia en la Cátedra), John Downing, Ramón Zallo, Jorge González, Guillermo Orozco, Germán Rey, Denis McQuail, Armand Mattelart, José Marques de Melo, Rossana Reguillo, Nancy Morris, Clemencia Rodríguez, entre otros. 
Esta vez, además de las conferencias tuve oportunidad de presentar el libro Políticas y Legislación para la Radio Local en América Latina que coordiné junto a Karina Herrera-Miller.
En la primera conferencia, sobre sostenibilidad de los medios comunitarios, abordé un tema sobre el que he reflexionado bastante, y sobre todo desde que en el marco de la investigación de estudios de caso para La práctica inspira (2004) -que realizamos un grupo de investigadores convocados por AMARC y ALER- propusimos que la sostenibilidad no debe verse únicamente como un tema económico y de financiamiento, sino de una manera integral que incluye la sostenibilidad social y la sostenibilidad institucional.

La sostenibilidad económica, que es apenas un factor entre varios que determinan la sostenibilidad de los procesos de comunicación comunitaria. La sostenibilidad social, íntimamente relacionada con los actores sociales y con la apropiación del proceso comunicacional; y la sostenibilidad institucional como el marco que facilita la permanencia en el tiempo de las experiencias de comunicación participativa.

Alfonso Gumucio en la Cátedra Unesco de la UAB
En la segunda conferencia fui presentado por el Decano de la Facultad, Josep Maria Catalá, y me referí a la pluralidad cultural desde el derecho a la comunicación y desde la diversidad de identidades que se expresan en los procesos de comunicación participativa, en contrapunto con los medios masivos comerciales y su proyecto homogenizador de la cultura. La masividad de la información está reñida con la generación de contenidos que son de vital importancia para las muchas comunidades de interés, geográficas o lingüísticas. Esto se traduce también en el empobrecimiento de los procesos de generación e intercambio de conocimiento que son esenciales en la afirmación de las identidades culturales y en el fortalecimiento de las lenguas como vehículo primordial de las culturas. Ambas conferencias está disponibles en la página de la Catedra Unesco.

Miquel de Moragas –quien tuvo la gentileza de invitarme a cenar al Pitarra, uno de los restaurantes emblemáticos del Barrio Gótico de Barcelona- es el Director del InCom-UAB (Institut de la Comunicació), y creador del portal que es uno de los más ricos que conozco en el campo de la comunicación. En las páginas del InCom-UAB en la red, en castellano, catalán y portugués, se renueva constantemente la informaciónn sobre eventos, publicaciones, y los videos de las conferencias, archivados en el canal exclusivo de InCom-UAB en YouTube.  Además el portal InCom-UAB alimenta continuamente a sus seguidores a través de Twitter  y de Facebook  La información que se genera a través de todos estos canales es tan abundante que se necesita invertir bastante tiempo para seguirla.

El InCom-UAB, creado en 1997 por el profesor José Luis Terrón, es un instituto universitario dedicado a la investigación básica y aplicada, la formación especializada, la divulgación social de conocimientos y la prestación de servicios en comunicación. El InCom-UAB tiene muchas virtudes, entre ellas la de haber mantenido el interés por las políticas de comunicación, y por una etapa tan importante en ellas como la del informe MacBride. En 2005, a los 25 años de haberse dado a conocer por primera vez, InCom-UAB publicó un dossier muy completo sobre el tema con textos de Armand Mattelart, Antonio Pasquali, Héctor Schmucler, Hamid Mowlana, Luis Ramiro Beltrán, Enrique Sánchez Ruiz, Karl Nordenstreng, Gaetan Trenblay, y muchos otros que ofrecen un análisis actualizado sobre ese punto de inflexión en la comunicación mundial que fue el informe y la propuesta del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC).  
  
Por todo lo anterior, y por la oportunidad de conocer de cerca el movimiento de los "indignados", la breve visita a Barcelona fue importante para mi, y espero que lo haya sido también para mis anfitriones.