21 enero 2008

De amores y otros cuentos

Los viajes más cortos se convierten en ocasiones para ver a los amigos que uno no veía en muchos años. En Cochabamba estuve también con Giancarla de Quiroga, que mantiene su actividad de narradora por muchos años y ha decidido, hace poco, poner bajo un mismo techo sus cuentos, publicados en diferentes etapas de su vida literaria, unos ya conocidos en publicaciones periódicas y otros hasta hoy inéditos.

La edición al cuidado de Plural, la mejor editorial de Bolivia, cuenta con 30 cuentos bajo un título en sorna que los une como un hilo conductor: De amores y otros cuentos. Es una suma de narrativa amorosa pero sobre todo fantástica, porque el amor es la anécdota que le permite a Giancarla jugar con la imaginación. La ventaja de tener en un solo lugar cuentos de edades diferentes, es que uno puede comparar la evolución literaria de la narradora y colegir algunas de sus influencias.

La memoria es central en la narrativa de Giancarla de Quiroga. Los personajes y la autora-narradora escarban permanentemente en su memoria hasta encontrar en los olores y sabores y colores los parámetros que permiten devolver al presente los recuerdos. En las vidas de muchos de los personajes de estos cuentos hay un leit-motiv que es el de los ciclos pasados de la vida, el revisitar lo que ya se ha vivido.

Entre todos los cuentos y relatos, hay algunos que destacan por su elevada calidad literaria, su estilo poético y la riqueza del lenguaje. “Una habitación propia en Saint-Nazaire” (dedicado a Marcelo Quiroga Santa Cruz), es como el proyecto de una novela escrita en tono melancólico, como para sublimar una experiencia personal profunda. Más que narrar lo anecdótico desde afuera, lo que este relato hace es mirar hacia adentro.

Entre todos estos cuentos, uno de los que más me gustó fe “Desvelos”, premiado en 1984 por la Universidad Técnica de Oruro. Es un cuento impecable y divertido. En esta canasta de cuentos de Giancarla, que cada uno escoja el que más le guste.