07 abril 2006

Rusticatio

Alan Mills es un poeta guatemalteco que tiene la edad de mi hijo Fabian, 27. Somos amigos por obra de ese gran señor que era Mario Monteforte Toledo, el gran escritor guatemalteco hacedor de puentes entre la gente que él consideraba que era importante conectar. Con sus 92 años, Mario se mezclaba alegremente con los jóvenes de 29 y con otros de la generación intermedia, la mía.

Todo esto para comentar que Alan Mills, infatigable gestor cultural que cree en América Latina para trascender las estrechas fronteras de Guatemala, acaba de publicar en Internet una revista de poesía con el nombre de Rusticatio. Estupendo diseño y contenido, aunque para mi gusto un excesivo uso de flash, que retarda la lectura. El primer número está dedicado a la poesía chilena, pero Alan hizo generosamente una excepción conmigo (no es la primera vez) y publicó cuatro poemas de los que él y Mario Monteforte habían seleccionado hace varios años, de mi libro “Memoria de caracoles”. Uno de ellos es este:

A TRAVÉS DE LA NOCHE

A la una la montaña se llenó de gritos
de mujeres distantes, gritos
que bañaron las laderas
con un timbre acre.

A las dos, quince perros aullaron al unísono
creí que iba a temblar la tierra
cuestión de decibeles.

A la tres se encendieron las luces de la casa
pero no era brujería
simplemente volvió la electricidad
tan austera en estas alturas.

A las cuatro volví a despertar
o volví a soñar, no estoy seguro
porque tenía un agujero negro en el pecho.

De cinco a seis te tuve muy presente
hasta que el alba
me devolvió la paz.